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En una tierra gris donde los colores han desaparecido, la única salvación es una niña a la que hay que proteger.
Debido a una potente erupción solar, la Tierra perdió todos sus colores. Ahora, los humanos sufren mutaciones genéticas y cada vez quedan menos personas vivas. Conscientes de que no serán rivales para sus enemigos, que pretenden establecer su dominio sobre el mundo gracias al inmenso poder de los colores, Avidya y sus acólitos viajan al monte Kamunabi para extraer pigmentos y reforzar su arsenal. Pero cuando regresan de su expedición, Jighaim y Ninmu, más poderosos que nunca gracias a la tecnología de la iglesia, lanzan una ofensiva.
Una serie de acción en la que el objetivo es recuperar un mundo perdido con la ayuda de armas extrañas y aterradoras.

El profesor Avi continúa con sus investigaciones a escondidas de la iglesia, contando esta vez con Chie, a quien decide proteger en el tomo anterior, sin embargo en este tomo, las cosas se van a complicar bastante, ya que descubre que no es el único con la capacidad de contar con la fuerza del color de sus investigaciones, lo cual hará que las cosas se le compliquen un poco más.
Por otro lado, descubriremos algo sobre Chie que cambiará completamente el rumbo de la historia, ya que se trata de algo que ni siquiera ella conocía, que ni siquiera habían sospechado ninguno de nuestros personajes.

Este tomo ha sido realmente interesante, ya que el secreto que descubrimos (prácticamente por accidente) sobre Chie hace que todo lo que pensáramos posible desaparezca del terreno, eliminando todas las sospechas que pudiéramos tener, y es que Chie no es lo que parece ser. Un tomo que pese a ser prácticamente el principio aún, ya hace que la historia de un giro argumental que puede ir por un camino totalmente distinto al que parecía que iba a tomar.
Puntuación:
¡Gracias por leerme!
* Esta es una entrada promocional con la editorial *