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Rangetsu y Sogetsu vuelven a reunirse por fin. Pero su alegría no dura mucho, pues el emperador, obsesionado con la idea de hacerse con la inmortalidad sirviéndose del arcano de ambos, ahora se abalanza sobre los hemanos en un arrebato de locura. Asimismo, la bestia sirviente del emperador no tarda en mostrar su propio arcano.
"Me alegro de haberte visto, Rangetsu"
Un acorralado Sogetsu acepta su muerte inminente, pero ¡entonces Rangetsu y Tenyô...!
El arco de Sogetsu llega a su impactante final. ¡Comienza un nuevo capítulo de esta historia!
Después de haberse reencontrado con Sogetsu, nuestra protagonista, Rangetsu, está en la tesitura de tener que enfrentarse al mismísimo emperador y su bestia sirviente, ya que Tenyô no parece tener mucha opción a luchar y su hermano Sogetsu se encuentra encadenado, así que ella misma es quien decide enfrentarse al problema y pelear con él.
Acaba siendo inmovilizada, por la bestia sirviente del emperador, y para protegerla, Tenyô acaba lanzándose sobre ella para hacerle de escudo humano...
No puedo revelar más de la trama que se nos cuenta en este tomo, ya que sería tremendísimo spoiler, pero creo que lo que sí os he podido contar, os ha abierto el apetito lo suficiente como para ir corriendo a por este tomo, y es que no es para menos. Me parece, sinceramente, el tomo más interesante (e importante) de todos los que tenemos hasta ahora traducidos de esta obra, ya que además es que se revelan muchísimas cosas importantísimas en la historia.
Además, no sólo eso, es que la relación entre Tenyô y Rangetsu da uno o dos pasos más... de manera amorosa, me refiero. Me quedé de piedra, sinceramente. Además, también tendremos alguna que otra escena de comedia, que ya os digo que se agradece después de haber tenido una escena tan tensa.
Puntuación:
¡Gracias por leerme!
