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Ichigo ha descubierto que puede convertirse en gato... ¿Pero será un beso de amor lo que disparará ese poder? Mientras, los malvados miembros de la Tokyo Godwana Renaissance siguen con su plan para conquistar la Tierra a través de los animales. ¿Cómo podrán detenerlos las justicieras Tokyo Mew Mew en esta ocasión?
En este volumen seguimos con Ichigo en plan “me muero por Aoyama-kun pero no sé cómo decírselo sin que descubra lo de las Mew Mew”. Esa parte romántica sigue siendo muy cute, aunque empieza a ser un pelín repetitiva. Aun así, hay alguna que otra escena entre ellos que derrite un poco el corazoncito.
En cuanto a la acción, aparecen nuevos ataques de los alienígenas (como siempre), y las chicas siguen peleando con sus poderes. Está guay verlas en acción, pero las batallas no aportan mucho nuevo. Eso sí, el diseño sigue siendo colorido, dinámico y lleno de energía, como siempre.
Un punto positivo es que vemos un poquito más del pasado de Zakuro y de Lettuce, lo que le da más profundidad al grupo. Pero se queda en pinceladas, y da pena porque podrían aprovechar mucho más a los personajes secundarios.
En resumen, este tomo no está mal, pero se siente más como un capítulo de relleno que como una parte clave de la trama. Aún así, si te gusta la estética, la ternura de Ichigo y el rollo magical girl, te va a seguir gustando. Solo esperemos que en el siguiente tomo pase algo más impactante.
Puntuación:
¡Gracias por leerme!
