«En la muerte, han encontrado su motivo para vivir».
Cinco personas se han suicidado. Huían de unas vidas en las que el dolor era insoportable y buscaban un anhelado descanso. Para su sorpresa, la muerte no es el final de todo, al menos para ellos. De alguna manera se han visto trasladados a lo alto de un mirador. Están solos y perplejos. Es entonces cuando alguien más aparece y les hace comprender el gran error que han cometido al suicidarse. Les dará la oportunidad de volver a la vida y cambiar el destino que les ha mostrado, a pesar de no ser un regalo exento de condiciones. Ahora, deberán enfrentarse a otros candidatos a suicidas. De no detenerlos a tiempo, no solo fracasarán en sus aspiraciones personales, sino que se desatará la calamidad por todo el país nipón. A. J. Ogayas presenta una historia íntima y personal, cargada de sentimiento, misterio e intriga, y propone grandes preguntas que seguro conmoverán al lector como nunca antes.
Hiroki ha recibido la noticia de que su novia, de la cual está locamente enamorado, ha sido vista con otro chico. La traición que siente es tan fuerte que se decide a acabar con todo, poner fin a su vida, ya que no ve motivo ninguno para seguir con su vida, y salta a las vías del tren. Sin embargo, cuando se da cuenta se encuentra en un ascensor, y al abrirse la puerta se topa con cuatro personas desconocidas.
Una chica exageradamente delgada, Kasumi. Un chico con los pelos de punta que no hacía más que acariciarse las piernas, Yusuke. Un hombre con traje, Kentaro. Y una señora con un moño, Midori. Esas eran las personas que junto a él, se encontraban en aquel lugar desconocido, que resultó ser ¿un mirador? Todos ellos estaban en círculo, y de pronto apareció una sexta persona, un hombre que se presentó como Periandro.
Este último, les contó que todos ellos se habían suicidado, y les dijo que quería mostrarles a todos ellos, uno a uno, algo, por lo que les pidió por turnos que les acompañaran a una sala oculta en el mirador, ofreciéndoles tras esa visión, la opción de saltar desde el mirador para volver a poner fin a sus vidas o intentar volver a la vida.
A todos ellos les mostró algo relacionado con el motivo que les había llevado a suicidarse, y todos aceptan la oferta de Periandro para volver a la vida, justo en el momento antes de sus suicidios.
Una vez todos aceptaron, Periandro les comentó qué debían hacer para tener la opción de volver a sus vidas: debían impedir que otras personas se suicidaran. Debían enfrentarse a cinco misiones en las que deberían disuadir las intenciones suicidas de otras personas, o, por el contrario, acabar ellos mismos con las vidas de dichos suicidas.
No os puedo contar mucho más sobre el argumento porque sería un spoiler absoluto, pero lo que he relatado arriba sitúa bastante bien en la historia como tal. De lo que sí quiero hablar primero, es sobre los personajes. Ya en la anterior obra que reseñé de este autor mencioné que los personajes me parecieron realmente humanos, muy reales, y aquí vuelve a pasar lo mismo. Además, los protagonistas muestran una evolución increíble durante todo el libro, cosa que me encanta ver presente en mis lecturas. Vuelven a ser unos personajes muy realistas a los que no todo les sale siempre bien.
Se tratan también temas muy tabú como el bullying, perder seres queridos o la anorexia, y a la vez se muestra lo importante que es la amistad, todo envuelto en un aire de misterio hasta bien entrada la historia, habiendo también temática paranormal. Una trama muy interesante y original en un libro que he acabado devorando en sólo cuatro días.
Por supuesto me veo obligada a mencionar que si habéis leído el El Cerezo de Shinagawa deberíais leer esta obra, ya que hay muchas referencias y además, hay un personaje ligado a dicha historia de manera indirecta, y si planeáis leer Suicidas del Ikigai, yo os recomendaría que primero leáis El Cerezo de Shinagawa, aunque no es necesario, sí que creo que estaría muy bien para que pudiérais entender todas las referencias que se mencionan a lo largo del libro.
Puntuación:
¡Gracias por leerme!